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SINTESIS Enrique VIII, consta de los dos ingredientes básicos de toda obra de teatro histórico, a saber, el dramático y el histórico propiamente dicho que potencialmente se hallan en conflicto entre si. Shakespeare logra dar una salida satisfactoria a esta antinomia, creando por una parte una obra de arte con correcta construcción interna de acuerdo con las reglas aristotélicas y por otra parte produce la sensación de presentarnos un retazo de la historia que fluye constantemente sin comienzo ni fin. La obra se inicia con una gran fiesta con motivo del encuentro entre Enrique VIII y Francisco I de Francia en 1520, tras la firma de un tratado que declaraba et cese de las hostilidades entre los dos países. Si bien la obra se titula Enrique VIII, el personaje central y mas característico es Wolsey, cardenal, Lord Canciller y Arzobispo de York, el político mas poderoso y uno de los hombres mas ricos del país. Su arrogancia y su rapiña le han convertido en blanco de muchas iras y enemistades. A lo largo de la obra Catalina, la esposa de Enrique VIII pierde la gracia del rey y es repudiada por éste, debido a las solapadas artes del cardenal Wolsey, para que Ana Bolena ocupe su lugar. Posteriormente el mismo Wolsey cae en desgracia ante el Rey y se ve obligado a renunciar a su alto cargo para retirarse a un monasterio y morir en la pobreza y en el olvido. La obra termina con el nacimiento de Isabel, hija de Enrique y Ana y con la profecía que pronuncia Cranmer, Arzobispo de CANTERBURY, y sucesor de Wolsey en et cargo sobre el futuro del país y de la recién nacida. Enrique VIII permanece a lo largo de la obra como un punto de referencia estable entre los constantes avatares que convulsionan el corrompido y ambicioso mundo de la política de su época. |
